Mi Pastor de New Jersey
Escribí este blog en Septiembre de 2015, pero nunca lo publiqué en ningún lado. Lo edité con el propósito de este blog y estoy usando un nombre ficticio.
Tan pronto como entré en el vestíbulo, había una docena de amigos de Janet dándome la bienvenida.
Janet me presentó como, “el es mi pastor de New Jersey.”
Mi relación con Janet se fortaleció después de que su esposo muriera hace unos años atras. Nos reuníamos para almorzar o tomar un café una o dos veces al mes, hablábamos y orabamos. Meses después, su hija le pidió a Janet que viviera cerca de ella. Eso significaría mudarse a otro estado. Janet no quería irse al principio. No quería dejar a sus amigos, familia de la iglesia y el hogar donde tenía tantos recuerdos con su esposo e hijos. En nuestras conversaciones, le dije a Janet que el Señor le daría consuelo y paz cuando llegara el momento de tomar esa decisión. Oramos y seguimos reuniéndonos.
Meses después, Janet me dijo: “Danny, estoy lista para mudarme. Es el momento adecuado, y estoy en paz.” Estaba sorprendido y al mismo tiempo feliz por ella. Había viajado durante meses hacia el estado donde su hija vivia para que la transición fuera mas facil. Sus hijos encontraron un centro para personas mayores realmente agradable a dos millas de la casa de su hija.
Todavía recuerdo su despedida. Janet fue miembra durante mucho tiempo de la congregación a la que yo servía. Ella sabía que era la decisión correcta y el momento adecuado para mudarse, para poder estar más cerca de su familia.
Unos meses más tarde tuve la oportunidad de asistir a una conferencia de pastores cerca del pueblo al cual Janet se habia mudado. Le envié un correo electrónico un mes antes, pero no supe nada de ella. Me preocupé, pero no le di mucha importancia. Ella me llamó el viernes antes de mi viaje y estaba muy feliz de saber que iba a poder visitarla.
Una vez que llegué, la llamé para avisarle que estaría en su casa al mediodía. Ella estaba muy emocionada. Hubo un poco de tráfico e hice un par de vueltas equivocadas y finalmente llegué al centro para personas mayores. Conocí a todos sus amigos y cada vez que me presentaba, decía: “El es mi pastor de New Jersey.” Alguien dijo, “wow, quiero un pastor que pueda visitarme de esa manera.” Janet y yo almorzamos y luego ella me dio un recorrido por su apartamento. En nuestra conversación, Janet dijo: “Danny, encontré un hogar aquí y tengo muchos amigos. Todos son tan agradables.” Yo puedo dar fe de ello. Janet estaba emocionada de estar allí y me contó muchas historias que sucedieron en los meses que estuvo allí.
Janet también dijo: “Danny, no he encontrado una iglesia en la cual me sienta en casa. Visité una iglesia y cantaban canciones del 7/11.” No quería preguntar qué significaba eso, pero ella me explicó más tarde que las canciones 7/11 eran canciones con 7 notas, ¡cantadas 11 veces! Además, ¡no pudo encontrar himnarios debajo de las sillas ni boletines!
Los cambios son difíciles para todos nosotros. Puede ser una mudanza, un cambio de lugar de trabajo, la muerte de alguien o simplemente crecer y adaptarse a los cambios que nos rodean. Yo había visto cómo Janet se adaptaba a cada cambio en su vida desde la muerte de su esposo. Yo había visto cómo aprendió a escribir cheques, usar una computadora portátil y mostrarme fotos de sus nietos en su iPhone. Todos esos cambios llegaron más tarde en la vida de ella. Janet ha sido y es un ejemplo a seguir para mí. Su determinación para adaptarse a los cambios es contagiosa. Su fe es también un ejemplo a seguir. Incluso con todos los cambios en su vida, hubo alguien que no cambió: Dios, el creador del cielo y la tierra. Su bautismo le recuerda a ella que ella le pertenece a Dios y que Él prometió estar con ella incluso en los cambios más difíciles de su vida.
¿Cuáles son los cambios que estan pasando en tu vida? No importa por lo que estés pasando, hay una persona que nunca cambia: Dios. Es el mismo ayer, hoy y será el mismo mañana. Confía solo en Él.
Credito de Foto: Photo by Michal Balog on Unsplash