Convertimos Regalos de Dios en Pecado

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En ell Lunes de la Semana Santa, Jesús maldice la higuera, luego Jesús y los discípulos viajaron a Jerusalén para una confrontación pública con los maestros para limpiar el templo.

Hola amigos, soy Daniel Fenco, y mi misión es animarte en tu caminar de fe con Dios.

El Evangelio de Marcos, capítulo once nos dice: “15 Llegaron a Jerusalén. Y al entrar Jesús en el templo comenzó a echar de allí a los que vendían y compraban en su interior. Volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas, 16 y no permitía que nadie atravesara el templo llevando algún utensilio; 17 más bien, les enseñaba y les decía: «¿Acaso no está escrito: “Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones”? ¡Pero ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones!»”

Marcos 11:12-18 RVC

¿Sabias que Dios mismo permite la compra y venta de animales para sacrificios en el templo? Dios permite la compra, la venta y el cambio de dinero en el templo para conveniencia de su pueblo. En Libro de Deuteronomio, Dios da instrucciones a su pueblo acerca de traer sus diezmos y ofrendas en su adoración.

Dios Padre les dice esto: “Si el Señor tu Dios te bendice, pero el camino es demasiado largo y te queda lejos llevar esa décima parte hasta el lugar donde el Señor tu Dios escogió como residencia de su nombre, entonces venderás esa décima parte y, con el dinero en la mano, te presentarás en el lugar que el Señor tu Dios ha escogido.

Deuteronomio. 14:24-25 NVI

Recordemos que cuando hablamos de diezmos en el Antiguo Testamento, no estamos hablando de dar diezmo con una chequera o de pasar una tarjeta de crédito. Estamos hablando de traer una parte de su ganado o sus productos de agricultura al templo. Estamos hablando de cosas grandes y voluminosas que son difíciles de transportar a largas distancias. Entonces Dios dice, si has sido bendecido y no puedes traerlo todo al templo y está demasiado lejos del lugar donde te llamé para adorar, entonces vende tu ofrenda y conviértela en dinero (plata) y tráela. Luego, cuando llegues al lugar de culto, compra lo que necesites.

Esta última línea del versículo es muy importante, dice: “entonces lo venderás y te presentarás con el dinero en el lugar que el Señor tu Dios haya elegido. Con ese dinero podrás comprar lo que prefieras o más te guste: vacas, ovejas, vino u otra bebida fermentada, y allí, en presencia del Señor tu Dios, tú y tu familia comerán y se regocijarán.”

Deuteronomio 14:25-26 NVI

Entonces, ¿por qué Jesús “limpia el templo”? En su adoración, el pueblo de Dios había cambiado su relación con Dios por la codicia. Convirtieron esta oportunidad de tener comunión con Dios en una oportunidad de obtener ganancias. Tomaron lo que Dios les dio y lo convirtieron en pecado. ¡Y Jesús dice, no más! Este es un lugar de adoración, un punto de conexión con Dios y su amado pueblo.

¿Qué podemos aprender del Lunes de Semana Santa? 

Muchas veces tomamos lo que Dios nos ha dado (vida, familia, trabajo, dinero, etc.) y lo convertimos en pecado. Dejame explicar.

Nuestras vidas son un regalo de Dios y debemos honrar a Dios con este regalo. Lo hacemos cuidando nuestro cuerpo, pero muchas veces el alcohol controla nuestro cuerpo y nuestra mente. Tomamos no solo una cerveza o una copa de vino, sino hasta que perdemos el sentido común. Si no es el alcohol, es la glotonería o las cosas que vemos y escuchamos, las cuales no agradan a Dios.

La familia es un regalo de Dios, mas sin embargo pasamos demasiado tiempo en el trabajo o en otras cosas y no nos preocupamos por nuestros hijos y seres queridos. El cuidar nuestra familia no solo significa trabajar para darles de comer o las cosas que necesitan. El cuidar a nuestra familia significa pasar tiempo con ellos, escucharlos, hacer las tareas con ellos, conversar con ellos.

El trabajo es un regalo de Dios y trabajamos tanto que no tenemos tiempo para Dios, la familia ni para nosotros mismos. Entiendes lo que quiere decir, verdad?

Como seres humanos, tenemos la tendencia a convertir los regalos que Dios nos da en pecado. Jesús dice: “No hagas eso.” Lo que debemos hacer en cambio es volvernos a Dios en arrepentimiento. Confiesa el pecado de convertir los regalos de Dios en pecado y pídele a Jesús que te ayude a honrar los regalos que Él te ha dado.

Y por que Jesus pide eso de nosotros. El templo era el lugar de adoración a Dios. En otras palabras el templo era de Jesus y con todo derecho se enoja y echa afuera a los vendedores. Tu y Yo, como creyentes, le pertenecemos a Dios. Eso quiere decir que ni nosotros mismos o los regalos que Dios nos da nos pertenece. Entonces como le pertenecemos, el sabe lo que es mejor para nosotros. Jesús quiere que usemos bien los regalos que ÉL nos ha dada, ya que vienen de Él.

Mientras meditas en los acontecimientos del Lunes de la Semana Santa, reflexiona en estas preguntas:

  • ¿Cuáles son los regalos que Dios me ha dado? Enumérelos en una hoja de papel.
  • ¿Estás usando Sus regalos para darle gloria y dar a conocer Su nombre?
  • ¿Has convertido algunos de los regalos de Dios en pecado?
  • ¿Has confesado tus pecados a Dios?

Dios promete que si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda injusticia. Te animo a continuar viviendo como un hijo(a) que ha sido perdonado (da) por Dios, usando Sus regalos para darle honor y alabanza a Él.

Comparte este articulo con tus amigos si te ha ayudado en tu caminar de fe con Dios.

Nos vemos la próxima vez.